EL MAESTRO EN LA ESCUELA

El alumno espera que el profesor lo entienda, lo comprenda y le ponga límites cuando sea necesario hacerlo. El alumno espera que el profesor se ponga en su situación. Espera que sea cordial, amable, que sea buena persona. No le gusta a un chico tener delante de él a un profesor renegón, cascarrabias, malhumorado, autoritario o rígido. Los alumnos desean que el profesor les hable, les explique las cosas, para así poder entenderlas y asimilarlas. Desean que el adulto les haga pensar el por qué llegaron a una situación límite.
A los chicos les gusta los retos, que el profesor los ponga en jaque en algunos momentos: de este modo siente que el profesor no solo está interesado en los avances en cuanto a sus conocimientos sino también por su persona en sí, por él. en particular, que sea firme con él cuando sea necesario.
Para toda persona y más aún para un chico, lo más importante son sus sentimientos, sus emociones y por supuesto el sentirse querido, respetado, valorado, comprendido en su sentir y , asimismo, espera los límites del adulto puestos con firmeza porque , en esas condiciones es una muestra de que hay un adulto que genuinamente se preocupa por él, no solo para censurarlo sino para formar su carácter, para enseñarle que hay cosas que no está permitido hacer y otras que sí.
Bien sabemos que cada alumno viene de un hogar diferente, de una estructura familiar diferente. Puede venir de una estructura autoritaria, donde la madre o el padre o ambos están interesados en el cumplimiento del deber, en que aprenda, no importa cómo y que para eso está en la vida para incorporar conocimientos. Para estos padres lo importante es la norma, dicen "lo que digo se hace y punto o hay que obedecer a la primera". A estos padres no les interesa si los hijos sufren , si lloran , si están molestos, lo único que les interesa es que obedezcan, que sean robots que hacen cosas y que tengan muchos conocimientos. Además siempre los han preparado para eso desde pequeños y el niño se forma así, solo para aprender y no para mostrar sus emociones. Es un niño distante, al que le va a ser difícil llegar a conectarse emocionalmente pero sí se va a sentir bien con la sonrisa del profesor o una señal de aprobación.
En otro caso la niña puede procede de un hogar donde para los padres la hija no es su orgullo sino su fastidio porque no se porta como una niña "educada" porque no pueden salir a comer a la calle con ella, porque es muy inquieta y por lo tanto va a ser inquieta en todo lado y va a seguir buscando comportarse del mismo modo siempre. Nosotros vamos a ver que con una atención especial de parte de la profesora la niña se calma, se tranquiliza porque esa es su urgencia sentirse calmada y tranquila en su ansiedad y no es importante para ella aprender. Lo importante que sienta alguna conexión especial , para sentirse conectada emocionalmente con alguien, si es con la maestra mejor porque a ella la ve todos los días.
El aprendizaje para ella es algo secundario; lo prioritario para ella es sentir que hay una persona que sirve de soporte emocional a sus angustias, que las tolera y las entiende. La niña está acostumbrada a tener determinado tipo de comportamiento, el profesor no debe hacerse eco de ese comportamiento ? Tiene que señalarle a la niña que lo que está haciendo lo puede hacer en su casa pero la escuela no . La maestra le puede decir ( con todo el respeto que se merece la niña) que ese tipo de comportamiento lo puede hacer en su casa pero que ahora está en la escuela y que si quiere algo puede hablar- porque ella la va a escuchar .
Por ejemplo, si el niño tiene crisis cuando hace la tarea , no le sale perfecta como él quiere, entonces grita y llora y hace drama. ! Qué nos está comunicando ? Que necesita de un adulto calme la ansiedad abrumadora que siente. Lo que pasa en casa es que el adulto deposita más ansiedad en el hijo y y no contiene la ansiedad, entonces, se forma un círculo vicioso interminable.
Si el maestro responde con calma y no está contaminado con su propia carga afectiva va a poder contener las emociones del niño una y otra vez hasta que vayan disminuyendo ; si fuera el caso contrario , niño en crisis y maestro solo censurador, ambos van a estar en el mismo nivel emocional. Con los niños hay que reflexionar, hablar, conversar y llegar a un acuerdo pero todos como grupo, alumnos y maestro. Todos tienen oportunidad de hablar para dar su opinión conociendo previamente por supuesto las reglas mínimas del aula. Y todos como grupo llegan a un acuerdo. Es por eso que el profesor tiene que tener una fuerte estabilidad emcional que pueda contener las emociones de los chicos sin problema; alguna vez se molestará como cualquier ser humano, pero no será lo cotidiano ; lo cotidiano será la contencíon y el soporte a las emociones.
En otro caso, la alumna puede proceder de un hogar donde la niña es el centro de atención, donde se siente " la reinita " y todo el grupo familiar : padres, abuelos, tíos giran a su alrededor.
Es hija, nieta, sobrina única durante muchos años. Generalmente lo que se ve es que estas niñas sufren mucho porque están acostumbradas a que el mundo gire en torno a sus necesidades y deseos y en el aula son una más. Entonces van a jalar a las compañeras a hacer lo que ella quiere con artilugios propios de estas niñas. La niña siente envidia de otra niña que también capta la atención en el aula y se forma el enfrentamiento y los grupos y los líos. A la niña hay que explicarle la necesidad que tiene de ser el centro de atención y esto hablarlo en el aula como grupo, sin temor y sin censura porque lo que se está trabajando son sentimientos, con mucho respeto sin molestia. Si el adulto está molesto el chico no incorpora la norma. Todos tiene que participar y expresar lo que sienten y llegar a un acuerdo de grupo, como aula, entre alumnos y maestro.
Así como estos tres casos, hay otros diferentes como número de chicos hay. Uno tendrá el rol de excluidor, el otro de excluído; de gracioso, de payaso, de malcriado, de hablador, de inquieto, de sumiso, de tímido, de agresivo, etc. Todos tienen un rol en una sola aula con un solo maestro.
Entonces, de quién depende una buena relación con el chico, evidentemente de la maestra, quien es la autoridad y quien debe estar preparado para enfrentar y comprender el comportamiento de todos y cada uno de sus alumnos. Depende de la preparacíon en ello y de la capacidad que tenga para entregarse y sentir lo que el otro siente, es decir, sentir las emociones de su alumno, ponerse en su lugar, lo que está sintiendo, sufriendo.
Si un alumno de 7 años se lleva algo de otro niño a su casa, no es porque sea un delincuente sino porque el niño está manifestando un deseo , una necesidad no cubierta y si cubierta por ese objeto que se lleva. Necesita sentirse mirado, atendido, exclusivo, querido y no se siente así y ese objeto reemplaza esa necesidad, pués demostremos mayor atención hacia él, tengamos una conexión especial con él niño, tengamos alguna señal especial que una al niño y al maestro. Lo que el niño manifiesta es una herida abierta, pués apaguemos el fuego de esa herida.
El maestro siempre está pendiente de lo que tiene que enseñar a los alumnos, está pendiente de la planificación de su clase, pero esa es solo una parte de su labor. Hay que tener en cuenta que también tiene que ser FORMADOR DE SU COMPORTAMIENTO. El maestro o levanta la autoestima o la derrumba. Labor fundamental del maestro es conectarse afectivamenete con todos y cada uno de sus alumnos. Tiene que bajar al ,llano de los sentimientos, bajar al llano del niño desde el mundo del adulto. Ser un niño por momentos y en otro el adulto que sirva de CONTENCION DE LAS EMOCIONES DEL ALUMNO.
Labor del maestro es enseñar nuevos conocimientos al alumno, de modo atractivo y placentero tanto para él como para el alumno . Enseña muchas materias en las que el profesor se ha especializado y si tomamos en cuenta que "todo aprendizaje se incorpora si se hace con placer", estaríamos hablando que el maestro debe realizar la clase de modo atractivo a la mirada del alumno. El maestro es el que da nuevas luces a su pupilo, le transmite su curiosidad por investigar, por saber cómo están hechos los objetos o por saber cómo se relacionan dos cosas.
Sin embargo, a la par de que la clase sea expuesta de modo interesante al alumno no se le puede dar conocimientos si de por medio no hay una buena relación con el alumno. El profesor conoce a su grupo, cómo llegar a ellos sea la edad que tengan. Si es necesario que el maestro está seguro de tiene dominio sobre el grupo, no autoritariamente por supuesto sino más bien estando próximo a los intereses del grupo y resolviéndolos también según acuerdos con los alumnos. No siendo severo porque la severidad produce rechazo.
En algunos momentos puede hacer transacciones o concesiones y tener espacios divertidos. Y si existe algún problema en el interín de la clase es necesario paralizar la clase, sobre todo esto ocurre en el primer y segundo bimestre, para analizar qué es lo que ha pasado y por qué se ha dado tal situación. Para esto todo el grupo tiene que estar comprometido, los alumnos junto con el profesor. Hay que explicar lo importante que es aprender a respetar a los demás, ser equitativos. Hay que enseñarles a pensar a los chicos, a reflexionar; explicarles la diferencia entre lo que está permitido y lo que no está permitido; lo justo e injusto, lo bueno y lo malo, lo propio, lo ajeno; el aprender a compartir, a aceptar errores, que errar es humano. Es decir, pensar juntos, enseñarles a pensar y reflexionar para que con el tiempo el alumno reflexione por sí mismo.
El alumno va a incorporar el conocimiento con placer si se siente escuchado, atendido en su necesidad afectiva, por eso el profesor tiene que ponerse en el lugar del otro, sentir lo que el alumno siente, conectarse afectivamente con los alumnos y a su vez ellos van a trasladar ese placer al aprendizaje de nuevos conocimientos y las notas van a ser aún mejores. Si se siente entendido, comprendido, se va a sentir contento y eso se va a reflejar en las notas.

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